viernes, 12 de noviembre de 2010

entierro


Me senté a tomar un té (mate cocido) pensándote de reojo. Saboreando ese dulce tibio que no sabe a ti pero se siente parecido.

Talvez no es casual que esté en el Cementerio de Chacarita, talvez tenía que venir a enterrarte, o solo sentir a qué sabe este mate cocido en tu despedida. No tiene el amargo del té, pero entibia mis lágrimas.

¿Será que te puedo enterrar en mi jardín y no dejarte tan lejos?


1 comentario:

CARLOS LUIS dijo...

No me entierres, asi son estas cosas, siempre vas a estar cerca... cuenta conmigo